Con el objeto de adentrarnos en el poder transformador de las metodologías activas reflexionamos brevemente acerca de cuatro de ellas y observamos el poder facilitador o entorpecedor para con el aprendizaje del alumnado. A colación con el tema de la gestión y transformación de los espacios educativos de las anteriores entradas, analizamos las transformaciones que implicaría para el aula el incorporar las metodologías activas que señalamos.
Al tratarse de trabajo conjunto de alumnos facilitará el aprendizaje por colaboración y fomentará el trabajo en equipo. Necesitará de un aula con mobiliario móvil y de fácil y libre disposición que fomente el debate y el trabajo en grupo.
Es una metodología que facilita el aprendizaje profundo en lugar de el memorístico. No trae consigo la adecuación o transformación del aula pero el espacio debe garantizar la correcta interacción alumno-profesor y entre alumnos.
Es un método en el que la mayor parte de la responsabilidad recae sobre el alumno por lo que puede ser una barrera para el aprendizaje. No ecesitará el espacio aula estar compuesto o distribuido de una forma especial o diferente a la habitual.
Fomenta el aprendizaje mediante el uso de recursos prácticos como ordenadores facilitando el desarrollo del pensamiento crítico y la resolución de problemas. Se deberá dotar al aula de ordenadores para poder llevar a cabo las simulaciones de manera óptima. #EduEspacios
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Autora:Marta Moreno Ayuso. Categorías
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Enero 2018
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